lunes, 4 de abril de 2011
Miss Tacuarembó y la comunicación interpersonal en tiempos de smartphones.
Eran las 3 de la mañana, nos encontrábamos uno al lado del otro y ya apenas había conversación. Lo habíamos pasado muy bien, rememorando hits, calificando de indie a artistas que bien podrían serlo pero que los dj's modernos no pinchan, y karaokeando a antiguas chicas de teen bands ahora en solitario. Tuvimos que recurrir al smartphone y a twittear entre nosotros para rescatar la noche...
La comunicación interpersonal en tiempos de smartphones está siendo totalmente vapuleada. He llegado a ver ( y a verme) un grupo de 5 personas alrededor de una mesa, cada uno sumergido en su iphone o blackberry y totalmente ajenos al resto de ellos. La conversación en aquél caso se reducía a 'mira lo que ha subido fulanito' o 'el nuevo vídeo de Lady Gaga', el que, por supuesto, se pasa vía whatsapp a los 4 restantes para que así el aislamiento continué durante unos 8 minutos más. Que ya podría Gaga hacerlos más cortitos.
Los celos también están siendo dinamitados por los smartphones, y es que, o te resignas a que tu pareja realmente lleva una hora hablando con su mejor amig@, o tienes un serio problema. Ahora es súper facil tontear o ligar con alguien mientras tienes tu novi@ al lado. Puedes estar disfrutando de tu amor a la vez que enganchas via chat a un futuro ligue. Es de locos. Lo que antiguamente se hacía lo más oculto posible, evitando recibir sms o llamadas estando el otro presente, ahora lo haces a 2 cm de él. Será el grado de confianza de tu pareja quién se convierta en tu cómplice. Si falla, simplemente el botón 'finalizar conversación' a tiempo te salvará de un buen disgusto.
Qué decir de los SMS...¿alguién sabe lo que es eso?. Mi amigo Francisco, que a día de hoy es la única persona de mi entorno más cercano con la que no puedo whatsappear, me supone cada vez que queremos quedar un gasto medio de 0.40 céntimos de euro, y bien es sabido que el cariño está muy reñido con el coste monetario que conlleva. Pónte las pilas querido.
El tema de la localización de personas no se queda atrás. Cuando hace 2 años te pasabas la noche de bar en bar esperando encontrar la persona que te gusta, ahora solo tienes que abrir facebook o twitter desde la parada del bus para saber que el muy inútil le acaba de decir al mundo entero donde se encuentra. Vas a tiro fijo, pero ¡ojo! no te acercas a saludarlo, le dices por el whatsapp 'oye que guapo estás con esa camisa' a lo que sigue la cara de sorpresa del otro y un desnucamiento buscándote por todo el garito que ni la niña del exorcista...
En cualquier caso, también nos ha traído cosas buenas esta nueva era. La generosidad sexual de un 'tuitero' puede salvar una tediosa espera cuando la grúa no llega, un radar capta maricas puede resolver las noches en las que volverías a casa sólo, y un corazóncito seguido de una flor en whatsapp acaba con cualquier discusión de pareja de forma más instantánea que el Cola Cao Turbo.
Quisiera volver por un par de días a experimentar lo que antes era una vida normal, sin ansiedad, cuando la comunicación se establecía delante de un buen café al que habías llegado a la hora establecida la noche anterior por teléfono. Estoy seguro que no sobreviría ni 24 horas, ninguno lo haríamos, es más, nos excluiríamos de éste sistema de comunicación instantánea y eficaz, pero por desgracia, nada personal.
Os dejo, que tengo un DM en el Twitter, me está llegando una foto por whatsapp y tengo que ver si mi amigo ha hecho ya check in en Madrid. Estaba un poco preocupado por el viaje...
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MISS TACUAREMBÓ.
Anoche vimos Miss Tacuarembó. Ya es una de mis pelis favoritas. Natalia Oreiro se sale en éste papel de soñadora uruguaya, que inventa un pasado glorioso de Miss pero que de nada le sirve para triunfar en Buenos Aires. Su madre a la que no veía desde hacía 10 años, acude al mismo programa que ella (conducido por una espectacular Rossy de Palma) con el sueño de encontrarla.
Dos mujeres con distinto sueño, un programa que los hace realidad. Cómo un Sorpresa Sorpresa vuelve a unirlas, pero cómo también destroza otra ilusión.
Todo, aliñado con canciones firmadas por Miranda y números musicales del gusto más petardo, hacen que Miss Tacuarembó vaya directamente a mi lista de nuevas adquisiciones de FNAC.
Un número de la peli, El Perfume del Amor:
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