Son los tags del momento en twitter, y es entonces cuando surgen las dudas y los miedos. ¿Qué está pasando?, ¿Qué va a pasar?, ¿Se trata de algunos pocos de hippies antisistema por sistema? No lo veas así aunque tus amigos más clásicos obvien el tema y te desvien al tag #bornthisway.
Resulta que hacía unos meses vivíamos el comienzo de una ola de cambios en el mundo árabe. Nos hemos alegrado al ver que países oprimidos han conseguido a través de revueltas populares, más tarde auténticas revoluciones, cambiar el curso de su país. Egipto fue el primero y el mundo comenzó a mirar con cautela esta novedad. Luego siguieron los esfuerzos más o menos fructuosos de Túnez o Libia, donde ya el mundo entero se implicó fuera por los intereses que fuere. Sentimos la imperiosa necesidad de quitar del medio a Gadaffi y su régimen opresor y comenzamos a ver el mundo árabe con otros ojos, achacando las culpas de sus manías, vicios y fundamentalismos a la opresión de los distintos dictadores que lo dominan.
Pero claro, al césar lo que es del césar pensaban muchos. Con la tranquilidad de que el mundo occidental no tiene de que quejarse vivían seguros nuestros líderes...hasta el domingo pasado. A nosotros no nos falta de nada, nadie nos oprime, nos regimos por leyes fantásticas, por democracias plurarles y cómo no, no somos del tercer mundo ni mucho menos. ¿Quién puede quejarse viviendo en España?. JA JA.
Pues si, pueden quejarse más de 4 millones de parados, y la mayoría de los jóvenes de éste nuestro país que no contemplan un futuro muy prometedor en la España libre. Un país es libre cuando no está gobernado por un BIPARTIDISMO que trata a sus votantes como marionetas en sus manos. Un país libre no es un país de OPORTUNISTAS que sacan provecho electoral de una crisis en lugar de ayudar a solucionarla. Un país libre no es aquél en el que la democracia es un juego de poder y un mero instrumento para alcanzar una dictocracia absurda, ya sea roja o azul, pero siempre pestilente a gloria y poder. España ya está muy harta de siempre lo mismo. Y si los árabes se quejan de su opresión, nosotros estamos hartos de ésta depresión en la que no se avista un cambio real. ¿Qué diferencia real existe entre PP y PSOE que no sea otra que los apellidos que llenan sus filas? ¿Existe realmente una alternativa libre y con ganas de hacerlo mejor?
Los que nos dirigen, conscientes de que no existe esa alternativa, han intentado restar importancia, ocultar, difamar, sabotear y sacar tajada del 15M, pero poco van a conseguir ya, una vez que LA CALLE ESTÁ TOMADA.
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