viernes, 13 de mayo de 2011

Hola, me llamo Mujer y tengo 21 años.

´Hola!, Tengo 22 años, soy de Murcia y antes de embarcarme en esta aventura he sido dependiente, frutera, cajera de supermercado y varios veranos he recolectado en la huerta. Cómo véis he hecho de todo, pero mi verdadera pasión es la Moda, y es por ello por lo que decidí presentarme a Supervivientes. Creo que es uno de los mejores trampolines para meterme en el mundo del showbusiness. En mi ciudad me llaman la divina porque siempre voy a la última. Me encanta salir de fiesta con mis amigas y viajar, viajar, viajar!!!!!´ (se abre el plano con los brazos en cruz y la inmensidad del cielo de fondo).
    Así podría ser el vídeo de presentación de cualquier concursante de un reality show. Cómo véis, en ningún momento tiene que decir que es Mujer, porque es una obviedad desde que aparece en pantalla.
    ¿Qué ocurre si la aspirante al concurso era UN aspirante hace unos años? Pues que Tele5, experto en nutrirse de sus propios programas y personajes, te lo cuenta. Claro, seréis muchos los que penséis que eso es imposible de ocultar, que se nota, que la gente rumorea...¿y qué?. En la última edición de Supervivientes tenemos a una chica, Carolina, de la que en ningún momento nadie pensó que fuera una mujer transexual (horrible termino), hasta que la pandilla de Sálvame lanzara la bomba.
    Y digo yo...¿ha dicho algún otro concursante que hacía con 15 años?. Cada uno se presenta en su vídeo como lo que es, y por supuesto como lo que quiere mostrar de sí mismo. Siendo así, qué necesidad tiene alguien que de pequeño era pequeño y de mayor es mujer de decir hola soy Carolina pero antes era Miguel. Pues entonces, quién coño son Kiko Hernández y Terelu Campos para venir a lanzar la duda o a apuntar con el dedo sobre alguien que ya se ha presentado como lo que es.
    Cada vez que ocurre algo así, surge la escalofriante corriente de pensamiento Tienes Derecho a Serlo y Yo a Saberlo, que consiste en afirmaciones tales como 'es que tiene que decirlo hombre, porque no tiene por qué ocultarlo (dicen para calmar la conciencia) y porque los demás deben saberlo'. Leedlo otra vez y no hará falta explicar lo indignante que debe ser para alguien transexual oir este tipo de comentarios.
    Precisamente, una persona transexual tiene un trastorno de género, con lo que ha nacido con un sexo que no le pertenece y del que se avergüenza al no reconocerlo como suyo. Una vez que está comprobada su transexualidad, sufren un horrible proceso de transformación que culmina con la felicidad de ser por fin QUIEN YA ERA pero no PARECÍA, lo que implica un renacimiento en todos los sentidos. Esa persona es por fin lo que siempre debió ser, por algo se llama reasignación de género, así que no tiene por qué explicar que antes no lo era. Para ello, ya consiguió nuestro gobierno una ley de identidad de género y varios e importantes avances para evitar esas situaciones circenses y propias del burlesque que hasta hace unos años vivía cualquier transexual en nuestro país.
    Después de todo ésto, que me resulta tan básico como una clase de primaria...vuelvan a mirar pues a la superviviente:

Se llama Carolina, tiene 21 años, y es de Jaén.

No hay más.


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