Arde Málaga y yo con ella.

    Arde nuestro pueblo favorito, sobre todo el primer fin de semana de julio, y arde impasible mientras un cielo anunciante, de malfario y de humo humano convierten a Málaga en TT en Twitter. Málaga, que ni con su terral que llamamos fuego, ni con su poniente que quema hasta el alma había conseguido hasta ahora verse acorralada por unas llamas, por un hombre.

El fin del mundo será sobrenatural, por supuesto, pero porque sobrenatural es que sus propios habitantes lo destrozen, lo acosen, lo quemen.

    Quemados todos ya de éste verano extracaluroso, extraño y extraoficial. Éste verano sobre el que nadie nos había advertido y que quiere decirnos adiós de la misma forma en que llegó. Ardiendo.

    De la misma forma en que arderemos tosdos en un fuego que ni fatuo ni celestial, simplemente el que nos mereceremos. Al que aspiramos. Me encuentro negativo a la vez que eufórico, como los incendios. Llamas que desatan alegremente su ira aún a sabiendas de la destrucción que a su paso dejan. Así me siento en éste final de verano:

 

    Eufórico, fatuo, demoledor...

 

    #ardeMálaga y yo con ella.

 

    Jesús Galeote

 

 

Lamentaciones.

    Asfixia, sudor, vuelta de todo. Dormir en Málaga por la mañana es muy difícil cuando has pasado una noche de fiesta y un amanecer agitado. El despertar, en horas de sobremesa, es aún peor. Quieres volar. Pies en polvorosa. Para algunos amigos es cobardía, para otros es dejar ese ambiente repetitivo, ese 'nido de culebras'. Aléjate, aléjate.

    Los domingos de las lamentaciones son terribles y hacen derramar mucha tinta. No es nada nuevo. También hay quién me confunde, me ubica y cataloga en círculos que en realidad no me pertenecen. Y pierdo la independencia de la que tanto tiempo presumí. Igual no están tan equivocados y si deben 'secuestrarte y llevarte a la Wengé a bailar haciendo el indio' la próxima vez que me vean. Ojalá.

    Ojalá otoño y su confusa claridad, su aire de comienzo, sus sopas y su carne estofada. Sus cafés con frío y el humo del cigarro multiplicado por el vaho. Su Madrid una vez al mes, su Shanghai, su Mumbai. Mis otoños preferidos de persona estable y normal.

   

    Estar cansado de UNO MISMO es duro. Más aún que estarlo de los demás, pues es a ellos a quien culpas siendo inocentes de todo. ¿De todo?. Me gusta asumir mis errores aunque tarde. Pero a veces pienso que me culpo demasiado por no herir a quienes también pusieron su grano de arena en ésta desdicha, a quién quiso que llegara el invierno sin querer del todo alejarse del verano. Las estaciones han de ser pasajeras, tanto como cursis han de ser mis textos. Pasajeras para que cuando vuelvan en un año, sí que apetezca vivirlas con otros aires, con otras fuerzas y con otros ojos. Pero un día te das cuenta que hay un ojo que nunca has cerrado del todo, y es ese que mira de reojo el canal que siempre pones en la televisión aunque ahí ya no aparezcan títulos de crédito. Sí amigo Ángel, me quedo con ésta frase que me dijiste el domingo de las lamentaciones para cambiar de canal de una vez por todas.

 

    Me es indiferente que me acusen de sobreexpuesto. Guste o no, soy escritor y es la única y mejor forma que tengo de canalizar mis disculpas, de afirmar mis pensamientos, de corregir mis errores. Contándolo. Contándolo y aludiendo a metáforas que sólo el destinatario de ellas debe comprender y que a los demás ni siquiera deben importar. Por un momento de ira, ahora apagada, he podido destrozar un castillo que de alguna forma se sustentaba, es cierto, pero quizás en otoño sólo haya una cosa de la que me arrepienta, de haberlo derruirlo por ira y no por simplemente querer dejar libre el espacio para volver a construir uno más bonito...

 

 

    El fin no siempre justifica los medios.

    Las lamentaciones no justifican los actos, sólo pretenden corregirlos.

 

    Jesús Galeote.

 

"No hay mal que Cecilia no borre".

    Ay España! que acunaste los esperpentos de Valle-Inclán y aún eres incapaz de ellos desprenderte!. La crisis la soluciona un señor con barba blanca que recorre a pie la España de la pobreza histórica para poner en un brete a las esferas del poder, de las finanzas y de la institución. Robin Hood le llama la prensa internacional, tan ansiosa de noticias en rojo y gualda, para parapetar una vez más una imagen del sur de Europa nefasta. Me decía un amigo en Londres que en las TV News británicas ponen noticias bajo el titular de Spanish Crisis y en ellas se ve la gente pidiendo comida en sitios de caridad y otras más del estilo alarmista. Gualda otra vez.

    No vengo yo a decir que no, que no hay alarma, pues de insensato tengo poco pese a mucho de esperpento. Me asombra la capacidad con la que creamos Personajes. Belén Esteban apareció en portada de Le Monde (del suplemento), sí, el periódico francés, como reina y señora de la cadena Telecinco... y es que a la rubia, ni las aventuras de Chelo con la mitad de las famosas en el armario de éste país, ni la cruzada del ya citado Sánchez Gordillo, consiguen bajarla de ese trono que cada vez se parece más al de la Reina Charlotta de Mortville. ¿Recordáis la peli de John Waters en la que los delincüentes, prófugos o residuos humanos de Baltimore terminaban en una ciudad basura a su medida? Mortville era la ciudad y la película fue titulada en España Vivir Desesperadmente. A mí sólo se me ocurre un gran símil de Mortville con nuestra sociedad.

    España es YA un gran vertedero, en el que da igual si el fin es bueno como el de los contenedores de reciclaje o si es un simple montón de basura oliente en el que María Barranco deposita sus pertenencias más comprometedoras. Igual hace Chelo con sus fotos sin que sepamos aún que contienen. ¿Qué preferimos, ver a Chelo en bolas, o ver a Chelo en bolas haciendo un cunilingus a la Mazagatos? Ahí está el problema, en lo que el pueblo prefiera y en asumir que contengan lo que contengan las fotos, siempre habrá por ahí una Cecilia octogenaria para darle una buena mano de pintura.

 

    "No hay mal que Cecilia no borre".

 

    Ese es ahora el titular, querida BBC.

    Eso es ahora España, queridos lectores. 

    Jesús Galeote

 

 

Mónica Limón & Penélope Naranjo.

 

    Ni los desafortunados tweets de políticos, por cierto peperos, que suben sus scores en videojuegos mientras en el congreso se debate la devacle de la nación; ni que Telecinco invente un nuevo programa sobre cómo acabar una vez más con Franco o vapulear aún más a los Mohedano; ni tan siquiera que una militar de la Marina pose para Interviú denunciando el acoso sufrido en el cuerpo del aire... NADA. Nada puede con el Mónica Limón... ahora usted: ¡Mónica Naranjo!

 

    Aún sigue siendo un misterio cuánto habrá cobrado la diva por aparecer 2 segundos, prestar su nombre y hacer un hombro-hombro, pecho-boca para la mítica Shandy de Cruzcampo. Conozco de madres que piensan que es un doble, rumores de que ha sido gratis, otros (que solo yo mantengo) de que la secuencia proviene del videoclip de Chicas Malas y otros más malignos de que ha cobrado cuatro duros puesto que ella ya no lo vale. Y un cojón que no lo vale. Tanto lo vale que ha hecho de Shandy el anuncio más comentado del verano. Los factores son varios, pero la estrella indiscutible ella. Cruzcampo más que feliz y la agencia publicitaria imagino que frotándose las manos ante la nueva temporada de premios.

 

    El ingenio en tiempos de crisis se agudiza, qué duda cabe, y que los famosos sufren la crisis como todos, también queda más que latente ante la avalancha de anuncios, imagen de marca o campañas varias con las que nos bombardean a diario desde cantantes a presentadores de telediarios, desde modelos a ex-vedettes. No es nuevo, familia filí, en absoluto, pero aparece una nueva era en la que el famoso deja de sufrir por ridiculizarse cuando un buen cheque lo vale.

 

    Si lo de la Naranjo queda gracioso, cachondón y tan súperqueer que si lo piensas no es tan disparatado para con ella como te lo pareció la primera vez que lo viste, lo de las Cruz, puntualizo, lo de Penélope Cruz, ni tiene limón, ni un buen naranjo. Y os lo dice un dolorido fan que ve como la más de entre las más comete tres grandes errores:

 

    - Meter en el pack a la hermana (cada vez más hermana de Goya Toledo que de ella misma a tenor de ese nuevo mentón...). No funcionó con Carmen Flores, querida Pe y la que lo intentaba era su hermana la Faraona, ahí es ná, como para que funcione contigo que encima no gozas de tanto cariño como la difunta Flores. Tu hermana es tu lápida, funcionastéis bien como semiputitas incestuosas en la cartelería de Mango, pero recuerda que desde BCN tuvieron que retirarle la tarjeta a la pequeña Cruz que quería aprovecharse bien de su nuevo estatus en la marca. No y no. #Tuhermananovaleunpeo.

 

    - Aparecer en una lujosísima terraza que ni el 10% de los españoles aspira a tener. Que tu glamour hollywoodense es más internacional que español a éstas alturas no lo dudamos, pero que al final, dónde más repercusión tenga el anuncio y dónde más cancha se le de sea en tu tierra, es tan cierto como que vuestros dientes son nuevos cada 6 meses. Ya hemos visto a varios actores patrios, y residentes, jugando a la DS en su sofalico de IKEA y te aseguramos que nos llega mejor el mensaje que con tu vídeo de snob californiana en una terraza muy de Gaga en Paparazzi...

 

    - Disfrazarte de Mario Bross .......................................................................................................................................

 

    El error puede radicar en quién idea la campaña, en el representante del artista, en el asesor de imagen, en miles de personas, pero al final eres tú quién tiene el guión y eres tú quién decide qué hacer. Lo de la Naranjo, por mucho más necesitada de pasta y por el elogiado resultado final, pasará a los anales del 2012 como el anuncio del año; lo de mi querida Pe, por la incoherencia de pasar de diva infinita en Elnett o L'OREAL a niñata rica y payasa en NintendoDS, será al final más objeto de burla que el que pretendían con toda probabilidad los creadores del de Shandy. Porque Pe, tú hace mucho que dejaste de ser la niña graciosa de Schweppes...

 

    Mientras se me pasa el sofoco, me consolaré pensando en el desafío Cylit Bang de la Soriano, en las carreritas por la duna de Belén Rueda o en Carmen Machi cagando tanto que como siga así lo siguiente que anuncie sea algún ambientador para el baño. Claro, con olor a... Limón!. (repetimos todos..)

 

 

 

 

     

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En nuestro caso David, van a ser increíbles!

    Ayer me llamó David y me espetó, casi gimoso, '¿por qué todos sois iguales?, ¿por qué ya nadie confía en los encuentros del metro, o del bus?'. Continuó así lloriqueando durante unos intensos diez minutos en los que yo, cual estandarte de la verdad, lo tranquilizaba con buenas dosis de realidad y un poco de humor negro. David es enfermero, tiene veintitantos, y detesta que la gente use grindr, bender o facebook para ligar. Los románticos chicos de hospital...

 

    Puede existir un componente literario o cinematográfico en su ámbito profesional propiciado por series del tipo George Clooney o Dr. Vilches, pero nada de ello justifica su absoluto romanticismo y su falta de realidad ante una sociedad que ya no confía en lo desconocido y fortuito, o que quizás confía en exceso y por ello falla. Falta equilibrio. Follar, con cualquiera; en cambio enamorarte, sólo de aquél que llevas persiguiendo años, que sabes su vida al dedillo y que te ha enamorado en éste gran Reality Show que llamamos vida, pero que tiene mucho de ficción y que se está prolongando más de lo previsto.

    Con ello David ha aprendido que nadie es más malo por buscar el amor a golpe de clic, pero para nada le ha contentado. Sigue pensando que vivimos asfixiados por querer tirarnos a todo bicho viviente, por querer conocer todos y cada uno de los chicos populares del show y por querer mantener con cada uno de ellos una gran historia de amor aunque empiece de rodillas. Razón no le falta aunque y ni siquiera quien escribe se excluye de la manada. Pero esa asfixia nos llega cuando empezamos a acusar la falta de tiempo para todo ello.

 

    Hoy, para muchos es Septiembre. Hoy se cierra una vez más ese ciclo vacacional, festivo e insensato que se basa en nada y en querer hacerlo todo en el menor tiempo posible. Es así la vida que muchos amamos. Y no es que vaya a dejar de gustarnos, pero yo al menos pienso empezar a prolongar mis espacios vitales de forma que dedique más tiempo a cada cuestión. Ni todo es exprimir ni vivimos en un vaso de zumo gigante. Ahora, por medio de David y de su capacidad ilusoria, voy a concentrarme en otros momentos y proyectos que antes se me hacían perezosos pero que ya ha llegado la hora de coger con todas las manos. Ya soy mayor, también para el amor.

 

    Suena cursi, pero no me inspira escribir sobre estampados animales, ni sobre diosas indias por mucho que ame a M.I.A y a sabiendas que con ello recibiría más visitas. No. Me gusta hablar sobre cosas tangibles y que preocupan a todos, y estoy muy seguro, no sólo por David sino también por muchos más que me léeis, que se está pidiendo a gritos una vuelta a la normalidad con todas sus letras. Ojo, la normalidad no confundida con sencillez o simplicidad, que no es así cómo la quiero. La normalidad llevada al punto en que te tropezabas con alguien en la calle, pedías disculpas y las disculpas llevaban a un café de dos horas y a un teléfono escrito en un papel. Encuentro más morbo en eso que en una red social para amantes de lo instantáneo, sinceramente...

    Éste que escribe, desinstala Bender, apaga los Datos, y se pone con su trabajo que también forma parte de ésta vida de mayor que me lleva a sermonearme a mí mismo y a esos que tan tranquilamente ahora ojean su aplicación radar de cabecera. Disculpen mis ofensas, como yo a menudo disculpo las vuestras.

 

   

 

 

    El primer paso para cambiar las cosas es imaginar cómo quieres que sean.

 

    Un imaginativo Jesús Galeote.

 

 

 

Doña Francisca, Marieta, Noe, Fani y La Gañona. Unas putas muy putas.

    En un puticlub nadie está de paso, o al menos mientras tu edad y figura te lo permitan. No conozco a ni una sóla que haya cumplido su promesa de ganar ese dinero para pagar aquella deuda y largarse. Ni una. 

    Fani no se fué cuando reunió el dinero suficiente para operarse el pecho. No lo hizo, se quedó porque ganaba mucho más con su estrenado par de tetas. Marieta tampoco se fue cuando su marido encontró trabajo. ¡Qué va! Ahora es su Antonio quién viene a tomarse aquí unas copitas. Aquí, al trabajo de su esposa. También sigo yo aquí, a pesar de haber sufrido dos navajazos de Marieta por sorprenderme con su Antonio. 'Al marido de Marieta no le va la teta, señores, al marido de Marieta le va que se la metan, maricones' cantaba un día la sucia de Noe cuando supo que en la habitación 16 me hallaba yo con el exdesempleado. 

    Doña Francisca había hecho lo posible por mantener el secreto a los ojos de Marieta, la cual vivía tan ignorante que pensaba que su marido respetaba su profesión profundamente y que tras la mala racha, venía a tomar  sus copitas para celebrar que gracias a ese esfuerzo la vida empezaba a sonreírles.

    Las chicas de ciudad, en contra de lo que pueda parecer, son tontas y confiadas en exceso. A mí, esa ignorancia me vino de lujo para comprarme el iPad que tanto quería. Un par de polvos me costó. Antonio se había obsesionado conmigo de tal forma que pidió a Doña Francisca que arreglara todo para pasar una hora conmigo. Nuestra Madáme, nada amiga de las peleas de corral ni de gallinas desplumadas, se negó en rotundo hasta que un día en los que Marieta salió a hacer un servicio especial, y viendo la pobre clientela de aquella noche; accedió a venderme a Antonio por 250 euros. Al día siguiente fui yo quien pidió 300 con la amenaza de chivarme, y a partir de ese día, una vez al mes, Antonio era penetrado por el pene de la Gañona, o sea el mío, por no menos de 350 que el pobre apartaba cada día 1 de su sueldo.

    Y fue así hasta que la Noe se enteró y fue canturreando la cancioncita por todo lo largo del pasillo rojo de las habitaciones. Marieta, muy profesional, no interrumpió su servicio en la 13 con aquél camionero marroquí que cubría la ruta Algeciras - Montpellier, y, una vez acabó su horita de placer, porque sé perfectamente que con el marroquí se volvía loca de amor, salió en mi búsqueda. Me hayó cantando en el mini escenario del bar el mítico tema de la difunta Whitney Houston, I'm every woman, y en una de mis vueltas que con mucho garbo aplaudían los cinco pajilleros sin dinero que por allí quedaban... ¡zas!..

 

    La hoja del cuchillo entró fría e hiriente en mi bajo vientre. Supongo que iba buscando mi objeto de deseo, el de Antonio en éste caso, para arrancármelo de cuajo y acabar con mi carrera. Marieta siempre fue como las segundonas que empujan a la figura principal antes de bajar la escalera o como la avispada cisne que la mama mejor aún que la brasileña por tal de conseguir ser la Reina Cisne del Lago. Cuando Doña Francisca llegó al hospital, yo apenas tenía ya fuerzas para contar que había sucedido pero sí para enterarme de que al final Marieta sí estuvo de paso, puesto que la policía la detuvo con la ayuda de Nadia, la brasileña indiferente, y ahora no tiene penes que mamar en la cárcel.

    El camionero marroquí encontró consuelo en Nadia, que ahora disfruta una noche a la semana de la leyenda que Marieta fundó sobre él, y yo, la Gañona, también resultó que estuve de paso, tanto por el puticlub como por ésta vida que ahora abandono mientras Doña Francisca sujeta con fuerza el botón rojo de la grabadora.

    ¡Cuántas veces le habré dicho que hay grabadoras más modernas en las que el botón rojo se queda pulsado, Doña Francisca!

Los chicos desnudos de Instagram.

    No tengo abdominales y no vivo en paz. Antes no me atormentaba en absoluto. En absoluto. Ahora no, ahora es diferente. Observo como la gente cercana a la que antes le importaba más bien poco el verano, la carne, o el sur de España; ahora ansían que llegue el estío para ir a playas, pedir cocktails y hacerse fotos mostrando peshito, sombrillitas y bengalas.

    Las cargas móviles de los smartphones han supuesto la absoluta revolución de la era GAP, y con ella, el Instagram, que es cada vez es más tuenti y ni un hashtag (#fototuenti) falta para demostrarlo.

 

    Entre ésta nueva legión de chicos desnudos de Instagram los hay para todos los gustos. Tenemos a diseñadores antes lánguidos y ahora fibrados que aprovechan ésta red social aparentemente aún 'no infectada' por gente común (mentira) para subir fotito luciendo pechito en una playa del rollo @princepelayo, del norte, o carbieña, #quienpueda. Los hay que su único afán en la vida es tener barba y unos buenos brazos y que los lucen fotografiando como excusa cuán singular es una piscina de verano en Madrid. Las piscinas son piscinas, en Madrid y en mi pueblo digo yo... Y tenemos, ¡¡ cómo no !!, el movimiento SkayerBoy, que yo construyo con skater + gayer (cuánto daño Avril Lavigne...cuánto!), que consiste en patinar sin camiseta, hacerse fotos con cara de malo y pelito en pecho, dejarte bigote, pincharte un buen dilatador y lo más importante, que no se note nada nada que eres una loca petapistas de Chueca.

 

    En paralelo siguen los que viven a caballo entre Tuenti, Facebook o Fotolog y suben fotos cepillándose los dientes con títulos rollo 'la higiene es muy importante pero de paso te enseño mi abdominal inferior izquierdo'; también los que aprovechan su nuevo tatuaje del antebrazo, que más bien está en la muñeca interior, para mostrar su torso entero cuando el tatuaje sólo ocupa un 0,5% de la foto, o los que se hacen un nuevo corte de pelo y lo enseñan desde el ombligo puesto que todos sabemos que es ahí dónde empieza la nuca, claro.

 

    Finalmente estamos, en medio de éste panorama desolador de bíceps, abdominales y pechacos, los que no tenemos más que naturalidad y alguna estría intentando hacer ver que lo que nos mola de todo ésto es el rollo artístico de la luz, del desenfoque o del filtro earlybird; pero que aprovechamos alguna de las situaciones anteriores para hacernos un instagram del estilo pero a nuestro rollo que no es el mismo por falta de surcos entre músculo y músculo... Y claro, NO FUNCIONA. 

 

    Pues bien, tras ésta patética confesión que se convierte en más patética aún si alguien ojea mi Instagram (dios no lo quiera, @jesusgaleote... ¬¬), tengo un nuevo reto que cumplir y es, cómo siempre, llegar tarde al movimiento torsos instagram. Ésta vez no me va a importar lo tarde que llegue ni que red social sea la que triunfe para entonces... pero pienso enseñar torso y tener más de #100likes en menos que volteo mi foto, le doy a la gota y enfoco mi pene. #enseptiembrealgimnasio !!

 

    Jesús Galeote.

 

 

 

 

 

 

 

4 veces adiós. (WEEKEND)

    La cuarta, la definitiva, la del sonido del casette emitiendo una grabación de tan sólo dos días de antigüedad. La primera fue fría, Glen ni miró atrás. Iba satisfecho, con su objetivo cumplido, el del polvo de una noche de drogas. En la segunda giró un poco la cara, y ahí estaba Russell, mirándolo marchar desde su ventana, como ya hizo en la primera. En la tercera no pudo contemplarlo caminar por el jardín... Glen en cambio si miró, pero Russell prefirió permanecer en la cama tras saber que ya jamás volvería a despertar con él.
    Algunas personas, por esclavizarse a sus palabras y a sus hechos, dejan pasar trenes de esos que con seguridad te llevan al destino acertado. Prefieren coger otro con destino a Portland.
   
    Ojalá Glen, alguien como Russell vaya a la estación cuando te canses de América...

¿A divas necias, oídos sordos?.

    ¿Por qué la política deja de ser un tema para convertirse en el tema?. Ignorante tú que sí sabes cómo se llama ese ministro sin saber que medidas acomete. Me merma que ya no se pueda ser o rojo o azul. Que haya que ser rosa, o antisistema, o apolítico, para formar parte de la nueva comunidad que una vez más, me merma. Sí, la vida moderna merma, y aburre. Ahora todos formamos cabeza de manifestación y abucheamos a rubias cantantes vía twitter. Yo también pienso, o mejor, deseo, que la única solución no sea manifestarse ni aporrear coches, pero tampoco pagar más que los que tienen más que yo ni que los desempleados pierdan el subsidio. Pero me merma decirlo en voz alta; lo primero claro.

    Nos volveremos con el tiempo más ajenos a todo, muriendo sin saber dónde pertenecer, dónde encajar, dónde mermar tranquilos. El refugio será la independencia, el ser humano se hará individual, inhóspito, asocial. Lo llamarán apocalípsis y ahí quizás Marta Sánchez encuentre su sitio, rodeada de diablillos con cara de manifestantes a los que lanzar llamaradas con un tridente cuando no acometan sus deseos.

    Me aterra la facilidad con la que todos y cada uno de nosotros insultamos al prójimo usando éstas nuevas plataformas; totalmente positivas como foros de debate, pero más que negativas cuando toca tala de árbol. Nunca fue tan fácil hacer leña como ahora, ni siquiera para un señor vasco con camisa de cuadros y bíceps relucientes. Y, en lugar de empatizar y comprender, se prefiere la exclusión como el mayor castigo. Insultos que son sentencias, verdades a medias que cotizan como noticias y disculpas que nadie oye, si bien por la pobreza que destilan, si bien por la sordera que reciben.

   

    ¿A divas necias, oídos sordos?.

 

    Exijimos que todo el mundo se moje. Pero dudo que no estemos esperando a que se meta la pata para desviar durante días la atención de lo que realmente importa y así vapulear a alguien más de paso. Como si casi 6 millones de vapuleados no fueran suficientes.

Lo de Marta, al final, quedará en el olvido como todo en su vida, pero lo de tu amigo que arde en tweets dañinos porque no te has pronunciado sobre la subida del IVA, eso es lo que realmente escama. POR SUPUESTO que estoy en contra de éste gobierno opresor, reductor y antiestrías que nos está llevando a saber dónde; pero tampoco tengo muy claro que todas mis palabras caigan en saco roto, ni que lo mejor sea despellejarnos entre todos cual animales neolíticos.

    ¿Tan difícil es encontrar el objetivo de las iras comor para que toda la atención se la lleve una que ya apenas sigue aquí? Hemos visto a policías machacando a diestro y siniestro. Vemos la desfachatez de banqueros, gerentes, consejeros. Los diputados aprueban los duros recortes con sonrisas, con sorna. ¿Alguien se ha planteado que quizás España ya no importa a nadie porque ni a nosotros nos importa otra cosa que no sea hacer un TrendingTopic, tirarnos a la calle y aporrear coches en Serrano....?

 

    Jesús Galeote.