lunes, 29 de octubre de 2012

La vida, contada.

    El don del acierto no es característico del ser humano. Usar una chaqueta adidas, comprar café en grano o viajar en clase business evidencian algunos de nuestros errores en el flagrante arte de aparentar. Flagrante por evidente, por instantáneo, que no por usar cultismos.
    Ahora sigo, gracias a una amiga fotógrafa, artista y mujer, una serie por la que algunos me tachan de rubia y a la que otros culpan de remake. El eterno debate sobre la pérdida de originalidad. ¿Qué es nuevo y qué es copiado?. Girls no es a Sex & the City lo que Gandía Shore al auténtico, al de Snooki. Por supuesto que no; las circunstancias actuales, y actualizadas, en boca de otras, quizás parecidas, pero más jóvenes y sobre todo, universales, nunca pueden 'remake' nada anterior. Sí creo firmemente que cada generación necesite de una voz y sí creo que esa voz pueda ser Hannah, al igual que me gusta fantasear con que yo puedo ser la voz a éste lado del Atlántico.
    Con treinta, y con la mayoría de los amigos llegando a la fecha clave, observo como miles de conocidos satélite aparentan ser amigos de todos, incluso de mí. Observo cómo hay chicos que quieren comerse el mundo pero al final, y tristemente, sólo comen pollas. Me río de cómo algunos artistas aparentan ser vanguardia, ser moda, ser únicos. El doble filo delator juega a contrarreloj a ser juez letal de muchos tantos que quedaremos en el camino. A mí me gusta escribirlo para aparentar que no lo crítico, sino que lo expongo y que además, me incluyo.
 
    Cada uno con su exposición, literal o metafórica, jugamos en ésta vida a ser chicas de ciudad que follan y lloran, que se drogan y viven, que se humillan y humillan. Que reviven. A cada día, a cada paso, a cada persona que conozco, a cada conversación de whatsapp o a cada mensaje de facebook a tres bandas; la vida está aquí, contada.
 
    Me falta el valor de poner nombre a cada caso, de señalar cada apariencia. Y me falta ser inmune a semejante ola de acontecimientos que pudieran levantar mis confidencias siendo además, no necesario; ésta gran serie que representamos tiene más audiencia que cualquier tv show neoyorquina con banda sonora de Robyn y no necesita de ninguna Hannah para dibujar un mapa de caras, actos, y conexiones.
    Sigamos disfrutándolo.
 
    Jesús Galeote. La Voz.
 
 
 

lunes, 15 de octubre de 2012

Refugio en nada.

    Sentir pánico es el peor, claro, el peor. Pánico por volver a una ciudad que, aún con pena, sientes no ser tuya. Por pasear por calles con gentes ahora irreconocibles, no tuyas. Nunca tuyas. Tuyo es el origen, sí, el origen; pero no decidiste la evolución de tus raíces, mucho menos de las suyas. Quizás sí, aseguras. Olvidar por cuatro días que éste asfalto te resbala pese a ser el más seco. Que tus pies aquí no andan y has necesitado de dos ruedas para pasar por sus calles casi al vuelo. Sin rozarlas.
    Tu casa, siempre tuya, segura. Te aguarda. Cierras su puerta con la no fuerza de una maleta que, generalmente, te arrastra. Descansa, tú, ya estás en casa. Su suelo, al menos, nunca resbala.
 
    Refugio en nada es la sensación de llegar a casa en una ciudad que cada vez sabes más equivocada.
    Jesús Galeote.
 
 
 
   
   

martes, 9 de octubre de 2012

CUÉNTAMELO TODO.

    Me siguió. No entendía muy bien qué estaba pasando por mi mente. Su miedo era simplemente que yo me estuviera desencantando de aquella cita. Se abalanzó de nuevo sobre mí. Noté su lengua, ahora menos fría y con más sabor a ginebra rozando con la mía, inmóvil y alquitranada, dispersa entre ginebra, ron y amargura.
    Éste beso ya no me gustaba, me hacía sentir complaciente y por tanto, ajeno a mí mismo. Estaba satisfaciéndolo por el mero hecho de satisfacer su ego posesivo. Estaba dejando de ser el protagonista de mi propia cita par ser su secundario.
    Siempre he visto la vida como una gran obra en la que cada cual interpreta sus papeles de la forma que puede. Aquél no era el mío...

    Cuéntamelo Todo saldrá a finales de 2012 vía bubok.es y en una edición impresa limitadísima.

sábado, 6 de octubre de 2012

CUÉNTAMELO TODO

    'Es en tu huída de esa fiesta donde empieza realmente mi discurso, querido. Tu carrera hacia el coche, ya sólo con medio disfraz puesto que el otro medio se ha quedado en el suelo del ascensor, significa el momento de la realidad frente a la expectativa que habías mitificado. Significa tu último carnaval y en él radica tu odio a Halloween, a Venecia y a las películas de época'.

    Cuéntamelo Todo se publicará antes que acabe el 2012 vía on-line, y con suerte en versión impresa, para que podáis convertirlo en el mejor regalo de Navidad.


viernes, 5 de octubre de 2012

Sexo quiero.

    Resacas de jueves, días de arrastre. Llevar 6 horas en el curro tipo cadáver por el escasísimo sueño y pensar que lo único que me apetece ésta noche es sexo. Sexo del que significa sexo y no tiene otra acepción. Porno duro en mi salón. Mi cama ya no es apta para todos los públicos. Ha sido profanada, ultrajada, sacudida, traicionada y finalmente relegada, por mí, sólo a momentos de amor verdadero. Así lo he decidido. Quiero porno en el salón, en el sofá que me queda justo enfrente de la puerta por la que tiene que entrar alguien sin rostro y dispuesto a ser simple utensilio de mi satisfacción.
 
    Buen fin de semana a todos. Yo no salgo ésta noche.
 
    Jesús Galeote.


 

martes, 2 de octubre de 2012

'California erradica las terapias de rehabilitación de gays'. Sí, aún se hacían.

    Detesto leer noticias 'buenas' cuando en realidad son enmiendas de cosas malas que desconocía. Por supuesto no era desconocido para mí que numerosas asociaciones médicas aún veían, y ven, la homosexualidad como una enfermedad con cura, pero sí que desconocía que tenían amparo legal.
    Sin embargo, California, una vez más, se desmarca como único estado de la 'América libre' al prohibir estrictamente las 'terapias' que desde hace más de treinta años se practican dentro de ese marco legal. Las prácticas en concreto son las más que mitificadas terapias de choque aplicadas, atención, a menores de edad con comportamiento afeminado o con claras tendencias homosexuales. La terapia se aplicaba, y se seguirá aplicando en el resto de estados federales, en base a la afirmación que la NARTH (National Association for Research and Therapy of Homosexuality) hace sobre las tendencias homosexuales, cuyo origen ubica en 'abusos sexuales sufridos cuando se es niño o problemas emocionales generados en la infancia'.
 
    Si alguno de los lectores aún no ve la atrocidad, abandone éste blog inmediatamente. Es tedioso tener que hacerse eco de determinadas noticias, es tedioso ir de activista, pero creédme, es mucho más tedioso seguir descubriendo a día de hoy éstas doctrinas que sólo un insensato puede apostillar y que sólo un demente puede aplicar. Aquí ya no hablamos de personas adultas que por descontento, depresión o simple inconformismo prefieran pensar que están enfermos y ponerse voluntariamente en manos expertas que les ayuden a encontrar el camino; lo que aquí se plantea es un abuso total y un ataque frontal sobre un menor por una determinada forma de expresarse o por la inclinación de sus gustos sexuales. El tema es tan serio como lo acontecido con Kirk Murphy, cuya familia indujo a la citada terapia siendo un menor, y que terminó ahorcándose con 38 años mientras que los fieles a la terapia consideraban su historia como un 'exito de resultados' al haber erradicado del crío el comportamiento afeminado...
   
    Al final, para ciertos temas, es mejor explicar las cosas como a los párvulos: ser homosexual no es excluyente ni hace a las personas diferentes; ni para peor, ni tampoco para mejor (error en el que muchos por cierto recaen), y si te ha hecho diferente es de la misma forma en que te hubiera hecho diferente el haber nacido en Wisconsin y no en Alicante. Nada más. Ser homosexual tampoco hace a las personas más tristes aunque ahí si que influya en gran medida el haberse desarrollado en un círculo más o menos hostil, más o menos tolerante, o simplemente el apropiado, el que se basa en el respeto hacia LAS PERSONAS, que no hacia los gays. 
 
    Si exigimos, hagámoslo con bueno uso de los términos, el respeto tiene que ser hacia las personas. Las terapias, amigos, las terapias para quiénes las requieran.
 
    Jesús Galeote.
 
 
     

lunes, 1 de octubre de 2012

La Magnitud de las Palabras.

    La Magnitud de las Palabras puede llevarte a sentencias confusas, en cambio la de los sentimientos, nunca. Octubre aparece así, sentimental que no anodino, y relajado, que no dormido. El camino hacia el Olimpo siempre fue empedrado como para importarnos ahora los zapatos que rompamos.
 
    A menudo me llaman solitario. A mí me encanta porque es como mejor funciono. El otro día visioné Diario de una Ninfómana, y salvando la diferencia de que ella se comunica con sexo y yo con ésto, me reflejaba en ella en muchos momentos de la película. La ira cuando alguien te descoloca, la insatisfacción de encontrar a alguien que nunca es el alguien y finalmente, la fase de aceptación de que tú mismo eres el único que puede hacerte feliz. Independencia absoluta, que es la que se alcanza cuando sabes que no eres dependiente de nadie aún por muchos momentos de flaqueza que dirijan tus dedos al teclado para pulsar 'enviar mensaje'. 
 
    Que nadie se confunda si los recibe, pues sólo son Nostalgia, jamás Dependencia. Con la Nostalgia se puede convivir perfectamente, de hecho es bonita y a veces hasta opiácea. Con la Dependencia es imposible puesto que evidencia tus carencias como ningún otro sentimiento lo hace, llevándote a la Vulnerabilidad, que no es otra cosa que la batalla nunca ganada del hombre. Nostalgia, Dependencia, Vulnerabilidad. Tres conceptos muy distintos pero peligrosamente relacionables y difícilmente separables de la persona que tiende a ellos.
 
    Dependiente se nace. El que lo es, siempre lo será aunque la persona de quién depende cambie cada x tiempo.
    Nostálgico se crece. La nostalgia sólo guarda cosas bonitas, cosas que en su día te movieron y que con el tiempo vas aprendiendo a recuperar.
    Vulnerable se muere. Mueres por haber perdido el control de el bien más valioso, de tu persona.
 
   
 
    Jesús Galeote.