Horas bajas para el cine en España.
No es alarma gratuita. Son datos. Valencia cancela su Mostra alegando la difícil situación económica. Eterno debate el de los recortes a la cultura en horas bajas. Si pensamos en que hay que quedarse con las cosas de primera necesidad, evidentemente habría que cancelar todo tipo de festivales; pero ¿es un país responsable de cómo se vive en él, o sólo de cómo se sobrevive?. Se me ocurren mil cuestiones y presupuestos totalmente cancelables en pro de la supervivencia antes que cancelar un festival de cine.
La cultura como eterno motor, quizás no de nuestra economía pero sí de otros muchos factores que hacen de un país competitivo con el resto, no debe ser francotiroteada de éste modo y más aún en una ciudad famosa por sus avances culturales. Valencia no se merece sin duda quedarse sin Mostra, pero tampoco el cine español, del que se nos cae la boca gritando que está en crisis pero al que nadie ayuda a salir a flote. Podemos ir a la raíz del problema, podemos analizar el por qué la falta de público o el por qué de las pocas ayudas a los que no son Almodóvar, Garci o Amenábar; pero entonces necesitaríamos una buena trinchera dónde salvaguardarnos del temporal, y aún tengo yo el cuerpo muy de verano...
No me canso de repetir mi absoluto fanatismo por el cine hecho aquí y por la cultura de aquí; así como también me enorgullece en mis viajes al extranjero observar que la gente conoce muchas más películas, actores y directores nuestros de los que pensamos. Pero todo tiene que partir de aquí y ser mimado aquí para luego dejarlo crecer allí. El hasta ahora director de la Mostra ha declarado que se encargaba de ella en sus 'ratos libres', Rita Barberá se limita a ajustar un presupuesto en el que estoy seguro pone a salvo su sueldo y el de la plana pepera que domina la Comunitat, y así, los cinéfilos y la gente del cine pierden otro escaparate, estando hoy tan cotizados...
Cotizado está también el catalán, o terminará estándolo a toda costa. Si anteayer me hacía eco del contrato multimillonario por el que Hollywood doblará más películas al catalán, hoy tengo que expresar mi absoluto desacuerdo por la decisión de la Academia de Cine de enviar a los Óscar la película, íntegramente en catalán, Pa Negre. Para empezar no me parece acertado que un film que no está grabado en castellano represente a España en la carrera a la estatuilla, pero, polémicas lingüísticas aparte, estoy cansado de esa visión que tiene nuestra gente del cine sobre la guerra civil y la posguerra como GRAN TEMA capta atenciones por doquier. No es así, me niego a pensarlo. En España se hace muy buen cine sin tener que recurrir a la pobreza de un bando versus el autoritarismo del otro. De piedra me he quedado al leer las declaraciones de la productora de la cinta, afirmando que 'la posguerra es un estado mental y en EEUU lo han vivido con Vietnam'. Deduzco que se ha preferido mimetizar con la sociedad americana a enseñarle lo buenos que podemos ser...
Una vez más, vamos con complejos.
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