Homenajeo totalmente en el título a la gran frase de Tamara Slavin para definir lo que está ocurriendo. Señores, la NASA informa que un satélite que tenían fuera de onda desde hace unos años, atención, viaja en dirección a la Tierra. Asi de duro.
Al cruzar la atmósfera se desintegrará y habrá una lluvia de partículas que caerán por el mundo entero. Según el CHINA DAILY, la remota posibilidad de que impacte con alguno de nosotros es de 1 cada 3200 personas. Conozco a gente con muchos más amigos en facebook que esa cantidad. De remotismo nada. Chicos.
Ahora también circula la teoría de que serán 6 trozos de 100 kg cada uno, con lo que la probabilidad de impacto se reduce un montón a la vez que la de muerte sube a mogollón.
El viernes, sin ser ellos nada de eso, 6 humanos podrían morir por un satélite que enviamos hace años al espacio exterior, que años después perdimos, que ha estado gravitando y que finalmente viene pacá. Una canción de La Prohibida me parece más interesante e igual de mortífera la verdad.
Que la basura espacial flotaba, ahora es un mito; que todo lo que sube baja, ahora es más real que nunca y que no nos habían contado ésto cuando inventaron eso de subir a explorar, me pone de los nervios. Por si acaso vayan buscando refugio, un vuelo Ryanair con destino a otro planeta (que lo habrá) o invéntense un paraguas que soporte 100 kg; quién no lo consiga, el viernes juega a una ruleta rusa tan global que por momentos me reafirma en que hay un Truman que todo lo mueve y que ya se ha artado de éste juego.
Apócalipsis now?
No hay comentarios:
Publicar un comentario