viernes, 27 de julio de 2012

La Mili que no hicimos.




    Nos hablaban hace años de una revolución sexual en una canción que hemos cantado cual himno a pleno pulmón en antros dónde aún se fumaba. Siempre me imaginaba una revolución con guerrilleros así, como los sirios; fornidos, torrados, narigones, fumadores. Preciosa revolución en la que mataríamos por ir al frente todos éstos objetores de conciencia que representamos la generación indisciplinada de la España del paro, la prima de riesgo y la crisis. De la nueva España fascista en la que pronto habrá que montar barricadas y dirigirnos en tropel hacia Moncloa. 
    Esa 'mili' que no hicimos, ¿nos pesará hasta nuestros restos y como pueblo conformista moriremos bajo medidas opresoras, represoras, retrógradas e insatisfactorias?. Desde lo queer de ésta entrada, que para los indecisos confirmo que sí corresponde a una masturbación matinal, no quiero dejar de gritar a los rebeldes de España que necesitamos ser abanderados, guiados, dirigidos en ésto de liarla parda. Que si bien todas las noches no son noches de boda, todos los golpes sí pueden ser de Estado. 
    Compremos palestinas a granel, tabaco negro del que fumaban nuestros abuelos y desempolvemos esos estampados camuflaje que todos tuvimos para salir a patrullar la ciudad, para decir de verdad eso de que 'si ésto es guerra, vengan balas!'... 
    ... y si ésto es Siria, vengan ellos!

    

    Un muy cachondo Jesús Galeote.


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