Creo que ya va siendo hora que alguien comente lo que está ocurriendo en ésta nueva Málaga que se intuye y que muchos disfrutamos a tope. Hubo en tiempo en que todos volaron del nido del cuco y se fueron y volvieron, y volvieron a irse. Ahora parece una de esas épocas en las que la gente se queda, en que muchos estamos hasta los mismos del Madrid de siempre o de la asfixiante Londres. No sé hasta que punto exagero, pero sé que muchos compartís ésta visión conmigo.
No sé dónde ubicar el punto de partido de ésta nueva época tan divertida e interesante que estamos viviendo. Quizás la reapertura del Velvet ayudó en su momento, cómo está ayudando siempre el Drunkorama (al que hace tiempo critiqué por la actitud homófoba de su dueño pero que no es ningún obstáculo para engrandecerlo como punto de encuentro cultureta), y pese a que Velvet lo pete de chicos Erasmus ávidos de alcohol a chorro, sigue siendo uno de los mejores 'clubs' de la noche malagueña con unas curradas programaciones cada mes para casi cada noche de la semana. Bien por ellos. El Trifásico Bar, que lleva mucho ahí (cuándo yo empezaba a visitarlo la noche que más se llenaba era con 20 personas), es ahora cuando parece recoger el testigo de buena onda, de gente que se entiende, de artisteo, de punto de encuentro que quizás el Village Green y su desaparición dejaron un poco a la deriva. La eterna Sala Spectra sigue ahi en su plaza de siempre con su ambiente de siempre. Quizás sea la más 'cerrada' en cuanto a nuevas miras, pero también están en una nueva tendencia que cada vez gusta más.
No me gusta comparar porque soy una persona que adora la diversidad de ofertas y de ambientes, eso sí, siempre dentro de una cierta calidad de ambiente. Para mí a día de hoy es 'la ruta'. Trifásico - Velvet o viceversa, y luego Spectra o el otro eterno Onda Pasadena. No podría decantarme así públicamente por uno, pero Trifásico Bar además está aportando unas noches con calidad y alternativas más que sugerentes. Hace poco una tímida Violeta Niebla leía poesía en la cabina de dj al ritmo del ukelele de la (me cuentan, aún no tengo el gusto) gran artista Luz Prado. Y no era la primera vez, puesto que apenas un mes antes hicieron lo propio Cristian Alcaraz, David Leo y Violeta también. Anoche se vivió una espectacular noche gracias a los nuevos sonidos de Chica Andina que por fin van colándose en nuestras noches para demostrar que no todo el indie se hace con gafas de pasta. No me olvido de sus habituales a la cabina como Florencia Rojas, Festiboy, Martín Rojas, Paula Gaviño, María Argüelles, Conmovida Dj y el largo etc de gente con buena música que se pone a los mandos del pequeño bar.
Además me cuentan que se prepara una buena Noche en Blanco que albergará proyecciones, exposiciones y propuestas varias en sus escasos metros cuadrados de buen ambiente. Bravo por Trifásico.
No me olvido de los otros, pero creo que alguien ya debería poner el acento sobre éste pequeño que ya es un GRANDE de la Noche Malagueña, esa que vuelve a ser lo que era...
Jesús Galeote.
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