sábado, 8 de septiembre de 2012

Habitación en Sevilla.

No somos dos chicas confusas, borrachas y desnudas. Lo segundo sí, pero no viene al caso. Estamos en Sevilla porque queremos y mañana no tenemos que separarnos, ni despedirnos. Al menos entre nosotros. Ésto no es una película de Medem y no soy la rusa que termina entregada, sin querer la muy jodida, en las artes vaginales de la españolita... No.

Cindy duerme la siesta segura de que será su única siesta en Sevilla. Y ella es muy de tradiciones... A mí algo me dice que tampoco será ésta mi última vez. Nunca pienso que sea la última en ningún sitio, es cierto, pero aquí siempre se me para el tiempo, me atrapo en los impecables callejones y jamás pienso que tengo que volver a poner el pie en el acelerador en un camino de vuelta.

Ésta vez, para más razones, me alojo justo en La Campana, he tapeao en Los Coloniales, no he comprado esas castañuelas por 5 euros, la anchoa estaba tan salada como me gusta y he quedado con el mejor pintor de todos los tiempos para beber hasta caernos al río...

Me callo ya, que Cindy duerme la siesta y ella es muy de tradiciones...

Besos desde Sevilla!


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