viernes, 14 de septiembre de 2012

La biblioteca de los sentidos.

El próximo lunes crearé una nueva efeméride en mi vida. Será el día en que aterrice en Bombay.
Lo primero que me gusta al llegar a un sitio nuevo es olfatear, percibir su olor y almacenarlo en la memoria. El ser humano a lo largo de su vida va archivando sentidos de forma que, conforme va pasando el tiempo y vas reconociendo esos olores, o sabores también, su gran biblioteca de sentidos se activa sola.
Sólo así podemos activar los recuerdos.

Ocurre igual con las personas, pero en éste caso encontramos fácil sustituto. Les puedes regalar un perfume nuevo y así destruyes todo rastro del recuerdo anterior del que reniegas. Con los lugares no, son insustituibles y únicos y no hay perfume capaz de ocultar el suyo propio. Mejores o peores, pero únicos, así son los lugares.
Y es esa exclusividad que tienen lo que más envidia me produce en éste mundo.

Ansioso estoy por archivar el olor de India en mi memoria.

Jesús Galeote.

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