Su familia contaba que la causa de la muerte
de su madre había sido una inanición severa; en cambio él, incluso había cogido
unos kilos antes de la tragedia. Supo por su abuela que el poco dinero que
conseguía su madre se empleaba en exclusiva para su comida, para nutrirlo y de
paso aparentar normalidad en una casa donde el lujo brillaba por su ausencia,
pero dónde antaño se habían celebrado fiestas a las que acudían los ricos
progres de Argentina.
Fue durante esas fiestas, escondido en lo alto de la escalera,
dónde Yayo descubrió el Tango y toda la pasión que lo envuelve. Se pasaba las
horas observando a las parejas bailar con la cadencia y la fuerza que exige un
buen tango; con la firmeza en el rostro y el pelo bien tensado.
Los Reyes de la Pista. Por Jesús Galeote.
(Febrero 2012 edición papel y ebook)