jueves, 13 de septiembre de 2012

La Generación Pelayo.

    Vaya de antemano que mi post de hoy es populista, por momentos insensato y por otros todo lo coherente que el tema me lo permite:

    LA GENERACIÓN PELAYO!.



    Me ha sorprendido hoy el siguiente blog http://nucleoparty.wordpress.com/2012/09/07/pelayo-nos-la-pela/ , que, bajo el título PELAYO NOS LA PELA, le ha dedicado varios renglones y todo un book fotográfico a una de las estrellas, quizás la primera, nacida de las redes en nuestro país. Me sorprende el tono insultante del post y el cariz de ensañamiento que toman hacia él, haciéndome pensar que igual no se la pela tanto.

    Sinceramente, Pelayo Díaz Zapico, a mí también me la pela. Es decir, me produce más bien indiferencia que rechazo o admiración; pero, si algo tiene el ser humano es la capacidad de ser justo, y en consecuencia no podemos negar el talento o don innatos que el bloguero ha tenido para captar a todo un ejército de seguidores que lo han elevado a la categoría de súperstar en la que vive.
    Lo realmente preocupante a mi parecer, es la generación de jóvenes sin aspiraciones, sin formación alguna y ahora también frustrados que han creído en el fenómeno como un estilo de vida asequible para todos los perfiles. Me toca muy de cerca puesto que son sólo unos años más jóvenes que yo, y he visto, o peor, sigo viendo, cómo la juventud seguidora del Kate Loves Me se empeña en adquirir todo tipo de trapos trendy, hacerse fotos cada día con ellos y subirla a sus nada seguidos blogs con la única aspiración de que algún día les llegue una invitación para un front row. Aunque sea de Cibeles.
    La frustración llega cuando la invitación nunca llega, y en los mejores casos se la tienen que ganar a golpe de dejarse querer con diseñadores de tres al cuarto que además de feos también aprovechan éste fenómeno 'todos queremos ser Pelayo' para comerse algún rabo que en la vida hubieran tocado si se hubieran dedicado a ser oficinistas.

    No vengo yo ahora a destruír un sistema que bien sobrevive, Kate me libre, pero si insisto en que Pelayo y su fenómeno son únicos, y que no importan las razones, pero fue él el Elegido y no todos los demás. ¿Os acordáis del célebre dicho 'nace cada 50 años...?'.

    Pues sí, será cada 50 años y ninguno de nosotros estamos llamados de momento a ser el nuevo it boy. La vida superficial que soñamos, puesto que yo no me excluyo de nada, es tan atrayente como poco verdadera, puede ser; pero es el camino que eliges para llegar a ella lo que te haga vivirla de una forma u otra. Mi pasión no es la moda en absoluto, pero sé que si algún día me llegara la fama como escritor, como dj o como amante de, llegaría tan cansado de habérmelo currado que la saborearía, al igual que Pelayo, a sorbos de champán en un front row. Pero con vistas al paraíso.

    Dejemonos de hipocresías y valoremos el trabajo de los demás. Pelayo, hasta la fecha, aguanta críticas como nadie y no ha demostrado hacer otra cosa que currárselo a golpe de horribles accesorios de Givenchy...

    Más pelusilla marica veo en el post que la crítica agrupaantisistemas que pretende ser. Siendo ello, y que nadie se engañe, otra moda más y una forma de ser que se lleva. Si al final no nos diferenciamos tanto...

    Jesús Galeote

2 comentarios:

  1. Yo creo que hemos perdido el norte porque este chico se cree famoso cuando no lo es, porque apenas le conoce nadie que no esté muy muy muy relacionado con el mundillo de la moda y el bloguerío patrio. Tampoco entiendo que lleve tan mal las críticas, porque da una imagen de ser alguien que se crece con esos comentarios y ya sí que me deja sin habla que haya sido su pareja el que haya solicitado la censura de esa entrada de blog del que hablas. La fama, como dijeron en Fama, cuesta; y si se alcanza, aunque sea en un grupo reducido como el de Pelayo, toca aguantar lo que venga, porque para eso nadie le obligó a opositar a famosete.

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  2. Nos quitamos sombreros y coiffures ante tu artículo. Felicidades, hamijo.

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