martes, 13 de diciembre de 2011

Urdanga manga

   
    Trascurrían sus días de gloria en el Balonmano español sin más alicientes que los torneos y la vuelta al hogar familiar los domingos. A mamá para paella. Iñaki era un joven alto, guapo y atlético que levantaba 'ays' al paso de alegres féminas ignorantes de su gran talento. Un talento deportivo que por no practicar en un deporte de élite a pocas rubias monas atraía.

    Mientras tanto, Cristina corría feliz sus juergas condales ajena a la sede central de la institución que representaba. Allí, en Barcelona, podía pasar desapercibida; allí, en Barcelona encontró los cómplices perfectos para que su vida de chica normal no llegara en sobre lacrado a Zarzuela o a la redacción de cualquier despiadada publicación amarilla que la hundieran por tomarse unas copas o besarse con un buen mozo a pie de taxi.

    Un día, Iñaki recibió un premio a manos de Cristina. Ese día, probablemente, terminaran corriéndosela padre ajenos a Zarzuela y ese día, la hasta entonces infanta soltera de la Corona Española, encontró en el balonmanista al hombre que debía llevarla al altar, a Washinghton y a formar una familia preciosa de chicos rubios atléticos y de más o menos moínes borbones, pero monísimos.
Ilusa Cristina, jamás pensó que ese día también la llevaría a la más absoluta vergüenza y al fango que más embarra, a la CORRUPCION.

    Urdanga manga según la investigación del caso Palma Arena, según El País y según cualquier noticiario español que sigáis. Lo del chico atlético y altruista que llegó a ser principito sin aspiraciones más ambiciosas que la de montar una fundación por la que Ayudar al deporte y de paso justificar ingresos, NOOS la ha colado y bien. Ahora resulta que ha cobrado por actividades ficticias, por oficinas ficticias y sin justificación, ni siquiera ficticia. Que, presuntamente, ha desviado esos fondos a cuentas privadas y que, presuntamente, casi se lleva por delante a nuestra Infanta la Moderna al hacerla vocal de la dichosa fundación.
    Cristina, que encandilaba a todos por su frescura, por su acertado desdén y por la elección de su marido; ahora debe estar cagándose en el mismísimo día que conoció al balonmanista y puso en sus manos aquél Trofeo, más un ducado, más un acta nobiliaria, más un chalet en Pedralves, más un piso en Washington y más una fundación altruista que al parecer de altruismo lo único que hace es recibir la hasta ahora benevolencia de La Casa del Rey.

    En buen lío se nos mete Urdanga, hasta ahora yerno fiel y ejemplar de Don Juan Carlos, y en buena posición deja, una vez más y por mucho que se desvincule, a la Corona Española; que vuelve a estar en boca de todos por su inutilidad, por el tremengo gasto que supone y ahora también, por los tremendos fraudes que, presuntamente, realizan sus miembros.
    Cuántos whatsapp 'te lo dije' habrá enviado Juancar a su Cris. Cuántas llamaditas de extraño acento habrá realizado Sofi con tono de Marisa Paredes reprendando a su hija menor y cúantas veces se habrá frotado Leti las manos éstos días demostrando que al final, o de momento, su único delito ha sido adelgazar en extremo. Que para lo que han hecho los otros, pues mira no es ni pa tanto...

    Desde luego que no vamos a lapidar a Urdanga tan pronto, y esperaremos a ver como a lo largo de éste proceso se le cae la corona de la cabeza o se le va la cabeza a la corona. Yo, como admirador del HOLA! y del glamour europeista de rancio abolengo sólo pido, cómo si fuera de Brighton:


¡¡¡ God Save The Queen !!!
(y a su nuera..)



Jesús Galeote