No, no voy retrasado. Sí, se que no es una novedad, pero... ¿hasta cuándo va a estar diciéndolo?. Ayer domingo, en una entrevista al periódico El Mundo volvía a hablar del tema de su homosexualidad y cómo de contento y pleno se siente tras haberlo dicho. Porque claro, uno no es feliz con uno mismo hasta que no reconoce quién es y cómo es y por supuesto, hasta que no deja ver al mundo sin miedos su propia identidad.
BIEN!!! tantos años después de llegar como un huracán a conquistar el mundo, y las carpetas de millones de adolescentes chicas; de hacer soñar a señoras con marcarse unos pasos de baile con él; de rodearse de pivonas en videoclips subidos de tono y con la única finalidad de calentar bragas...ahora el señorito es GAY. Me gustaría tras leer la entrevista haberme metido en una hemeroteca y repasar sus declaraciones a lo largo de su dilatada (jojo) carrera y ponérselas en la cara al señorito GayMartin.
Seamos francos; hay muchos, muchos artistas que siempre han tenido claro no confesar su identidad y que incluso han jugado con la ambigüedad, o se han casado y formado familias y han dejado correr la rumorología sin entrar al trapo. Para mí, eso simplemente es otra opción, la de callarte, la de vivir o no vivir tu sexualidad, o vivirla en tu pura intimidad ya sea por miedos, por no afectar tu carrera o vaya usted a saber por qué. La opción del señorito Martin, es por supuestísimo elogiable y tan respetable o más como la otra, pero querido, tu sobreexposición y sobreparloteo del tema ya huele demasiado a caja registradora.
Me atrevo a contarte tu propia historia:
Ricky, siempre te has acostado con hombres, pero antes no te interesaba ser gay. Has conseguido no sé cómo callar y desmontar la mayoría de historias que surgían a tu sombra y te has hecho con una buena legión de fans, mayoritariamente femenina, que te ha encumbrado a lo más alto. Un día notas que tu carrera se para, ya no gustas y tu música no tiene nada nuevo que ofrecer. Incluso te marcas un unplugged que suena muy a despedida o al menos retirada momentánea. Quieres ser padre (aún cuando no eres gay) y lo consigues con una madre de alquiler (algo sospechoso para alguien por aquél entonces heterosexual como tú). Ves cómo al ser padre soltero, medio mundo da por hecho tu homosexualidad y no pasa nada (¡oh sorpresa!). Te quedas en casa con tus bebés y sin carrera, pero no hay duda que la vuelta tiene que ser un retorno por todo lo alto. Tu pareja y tu madurez te hacen ver las cosas de otra forma, y ya no parece tan grave ser GAY, no tienes nada que perder; el público de hoy en día está súper preparado para seguir yendo a comprar CD's de un marica, de hecho, la homosexualidad está en alza, se lleva y ocupa un gran trozo de la tarta del show business. Cantantes abiertamente gays triunfan sin problemas y el público rosa es cada vez más poderoso. HA LLEGADO TU HORA. Volverás y lo harás tan a lo grande que habrá libro y disco. Y por ese orden, para primero salir del armario, calentar el terreno varios meses y que luego tus CD's se vendan como rosquillas, porque claro, ahora eres un nuevo héroe, ahora serás SúperGayMartin y mientras antes no abrías el pico para hablar de tu vida privada o sólo para desmentir maliciosos rumores, ahora empiezas las entrevistas diciendo que eres Gay y que la homosexualidad y el aceptarla es lo mejor que te ha pasado en la vida. Ha nacido un nuevo héroe.
Señor GayMartin, enhorabuena por su salida de ese armario que ya pocos usábais, y por supuesto enhorabuena por su familia, por su vuelta al ruedo y por la felicidad que transmites. Pero sea usted consciente que no por decirlo más veces, se es más Gay querido. Has pasado de ser calvo...a llevar 3 pelucas, rosas cómo no!.
Por cierto, el disco sale en una semana y las letras prometen hablar más de lo mismo. Sin duda, será una buena terapia para indecisos o reprimidos. Si de algo sirve, bienvenido sea. Sólo espero que Sanz, Raphael o Bosé no se unan al portorriqueño y terminen todos juntos en una carroza por Gran Vía el próximo mes de Junio, que Raphael el pobre ya no está para enseñar chicha...
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