El sistema es, a priori, tan sencillo como que tú desde casa envíes los síntomas a tu médico y el te responderá por la misma vía con el diagnóstico y el tratamiento a seguir. El mismo método se aplicará a enfermos que padezcan de diabetes o enfermedades pulmonares. Para ellos, se les enviarán (ya lo están haciendo) los aparatos necesarios para que se midan en casa los niveles de glucosa, temperatura, etc.
¿Qué os parece?. A mí la verdad, me parece súper cómodo. Pero claro, si tenemos en cuenta que yo llevo sin acudir a mi médico más de 4 años; que suelo automedicarme por una molestia general o que mi amigo Rafa suple a cualquier médico de cabecera...pues prefiero usar la Blackberry para eso y no tener que ir a un ambulatorio del molinillo rodeado de gitanas en pijama.
¿Qué riesgos entraña?. En Reino Unido ya se ha abierto el debate y son muchos los que advierten de un peligro; el de que el enfermo no sepa valorar su propio mal o no le de la suficiente importancia a los parámetros obtenidos de su autoexamen, y en ese caso, no hacerle llegar al doctor una información objetiva.
Cierto es que se evitará sobrecarga en la consulta, dónde no olvidemos que los enfermos 'menores' suelen congestionar la sala por cualquier dolencia; pero...¿dónde está el límite y cómo se solventarán otros temas que el correo no pueda solucionar?.
El tema me parece harto complicado, y habrá que ver con más detalle el nuevo sistema cuando esté en funcionamiento. De momento, me imagino muchos smartphones envíandole correos al médico a las 5 de la mañana, 'doctor, doctor, me duele mucho el estómago, creo que voy a vomitar' o 'doctor, acabo de hacerlo sin condón, ¿dónde puedo conseguir una píldora?' y rollos así de graciosillos y tocapelotas.
No se si en España funcionaría, eso sí, espero que el médico no proporcione su PIN de la Blackberry, porque me conozco a más de uno que convertiría su móvil en un chat 'salud al día' constante.
Bienvenidos a la nueva era...una vez más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario