Un sábado que empieza buscando unas Dr.Marteens por todo Shanghai con mi amiga Cindy, para darnos por vencidos y entregarnos a las delicias de unos donuts navideños, pillar luego un vuelo hacia Xuzhou y que un señor que lo relame todo de ésta guisa nos invite a varios platos, todos con cordero, todos.
A la vuelta se nos retrasó el vuelo y no había ni una puta cafetería en ese cutre aeropuerto en la que se pudiera pagar con Mastercard. Si ya dice mi madre que hay que siempre hay que llevar cash, hasta en China...
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