MDNA, sin N, es lo que necesito en cantidades de domingo al amanecer para aguantar el nuevo 'trabajo' de Madonna. Eso contando que sólo se me han bajado siete canciones, entre ellas una, Gang Bang que me está taladrando la cabeza mientras escribo éste post con el mismo pudor que ha tenido ella en sacar ésto al mercado. Ninguno.
Había leído que parecía una colección de canciones desechadas de cualquier disco de Geri Halliwell (te has quedado corto Antonio), que Madonna debería haber pensado en retirarse antes de ésto y hacer una gira despedida. Detesto que jubilemos a la gente por cojones, puesto que uno a sus 30 ya piensa en eso de que me queden unos quince años de vida 'digna', pero reconozco que aquí no suena ni tan descabellado tras oír lo último de la Reina. Me he gastado 140 pavos en su gira confiando en que, como siempre, y por tener dónde elegir, de un espectáculo a la altura de Madonna, la Madonna de verdad, la que de momento sólo intuyo en el puente del tema I Don't Give A y en buena parte de Turn Up The Radio, la que por momentos influenciados por la desesperación de un fan, ubicaría en Ray of Light. Insisto, por momentos.
Dejemos reposar el bizcocho, que comienze la promo y esperaremos a bailar algún tema cualquier noche antes de decir que es una auténtica MIERDA... de momento querida Reina, te estás pasando la monarquía por el coño.
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