Tengo treinta años, voy a usar pseudónimo, y estoy esperando un vuelo a
Madrid en la terminal 2F
de París Charles de Gaulle. Siempre me ha costado entender el por qué de
ciertos nombres de aeropuertos. El de Málaga se llama Pablo Ruiz Picasso, pero
es más fácil encontrarlo por aeropuerto de Málaga o AGP en los buscadores de
ofertas on-line. Madrid es Barajas por llamarse así la localidad donde se
encuentra exactamente, pero creo que nadie viene a Barajas cuando se dispone a
coger un vuelo destino Madrid por ejemplo en New York, perdón, en J.F.Kennedy.
Nomenclaturas en desuso aparte, podéis llamarme Iñaki, que siempre fue un
sueño. Dos mejor dicho. El primero de nacer vasco y el segundo de llamarme
Iñaki. Nunca he sido bueno en los fogones y siempre lo achacaré a no haber
nacido vasco ni llamarme Iñaki.
El destino elige cómo nos llamaremos, adónde
volaremos y por supuesto cómo cocinaremos. Probablemente si hubiera nacido
vasco y me hubieran llamado Iñaki no hubiera sido la misma persona que soy
llamándome cómo me llamo y habiendo nacido andaluz; pero hubiera cocinado de
miedo.
Jesús Galeote
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