Uno que vuelve unos días a su segundo país. En Shanghai comeré mucho sushi, muchos makis, beberé tanto café que mis dientes volverán más amarillos que nunca. ¿Acaso creéis que no me doy cuenta como los miráis?. Sí, tengo los dientes amarillos de fumar. En China también fumo, bueno también no, ME EXCEDO con el tabaco porque allí se puede fumar en cualquier parte y porque necesito mucho humo de tabaco chino para sonreír. La sonrisa del tabaco, tan amarilla, tan observada, tan bella y olorosa. La gente que me rodea cada vez son más antitabaco. Una por miedo al cáncer de lengua. Otro porque no soporta el olor. Otro más a saber por qué. La salud es disfrutar de lo que a uno le gusta. Lo sano es otra cosa. Lo sano es mucho más importante, sin duda, pero queridos: la IMPORTANCIA la llevo yo (vieja!)
Ni idea tenéis de lo que cuesta ser adicto y tener éstos maravillosos dientes:
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