jueves, 17 de noviembre de 2011

China: Día 2. Istanbul - Shanghai

    Pues no, no es ésto Pekín Exprés ni nada por el estilo, pero a ver cuántos de vosotros aguantáis dos vuelos al mes de 10 horas durante casi tres años y estáis así como yo, de bien digo. El vuelo Istanbul - Shanghai, de 10.25 horas de duración ha consistido en 7.30 durmiendo, que ya es más que en mi casa, y las casi 3 horas restantes viendo Bewitched!
    Reafirmo mi absoluta manía por Nicole Kidman. La peli está bien si eres de los que te gustan las historias de amor con obstáculos rollo 'soy bruja' salpicada de toques vintage y nostálgicos de la serie original. Un final súper predecible me ha llevado al desayuno del avión (turco). Más queso en el desayuno!!!, era mi vuelo de suerte claro, y una mermelada con un excesivo punto de sirope acompañaban a una especie de huevo batido y casi pasado por la sartén y a una tartaleta de algo que aún no sé a que sabe. Café y yogurt con muesli, para empezar el viaje cagando bien, que luego nunca se sabe.
   
    Mientras escribo ésto son las 14:55 en Shanghai, las 8:55 en Istanbul y las 7:55 en España. Vivir a deshoras te desordena en general, pero te hace apreciar el valor del tiempo mucho mejor (momento profundo). Yo hoy ya he perdido siete horas de mi vida, que bueno, no está mal si tienes previsto vivir muchas; pero el otro dia recordábamos en la despedida de Dani aquella maravillosa web que te decía cuándo ibas a morir y resulta que a mí en su día me dijo que moriría a los 34, con lo que podemos deducir; uno que la web de momento conmigo no se ha equivocado, y dos que esas siete horas suponen un alto porcentaje en los supuestos cuatro años de vida que me quedan.
    El chico que está sentado junto a mí, que debe ser húngaro o similar; también escribe su diario, pero él en una Moleskine y yo en el cuadernillo de césped de Tiger. Mi pobreza siempre dejándome en evidencia. Mi bolígrafo es publicidad de un fármaco, CARDYL, y es una de las ventajas de tener a Rafa como amigo, y cardiólogo. Nunca te faltará ni un marcapasos ni material de papelería. ¿ hay algo más gratificante que llegar a Marbella y que el Dr.Bravo te ofrezca una señora bolsa y te diga 'coge lo que quieras'? Ya os digo yo que no. Bolis, clips y almohadillas en forma de corazón, fluorescentes, cuadernos, ceras.... ¡qué festín!
     Y ya decía Ale de Ariza, que Rafa tiene el don de congelarse. No viene a cuento pero quería mostraros éste dibujo que lo demuestra y que data del 25 de septiembre. Ya desciende el avión.


    Al llegar a Shanghai, y tras pasar aduanas, un chino vigilante debe haberme confundido con un moro, por aquello de las barbas y por venir de Estambul. Me ha pedido el pasaporte y cuándo por fin lo he encontrado, me ha preguntado de dónde era, a lo que yo he respondido 'from Spain' y él me ha sonreído y me ha dicho 'ah ok, no need the passport, welcome to China'. Eso demuestra el racismo hacia los musulmanes, a mí me ha recorrido tal escalofrío por el cuerpo que por fin he estrenado mi preciosa Trenka de H&M de 99 euros. Enfundado y sin más controles, me he encendido el primer cigarro del día y he cogido un Taxi destino Pudong Intercontinental Hotel...

    Desde aquí os escribo, desde la 607. Álvaro va al gimnasio y yo, por estirar las piernas y por no quedar de gorda obesa atacaminibar, también.
    Ésto ha sido lo más relevante del día 2. Aquí ya mismo cenamos y a la cama, que tengo pendiente el Tu Cara Me Suena de ayer. Mañana ya empiezo a hacer vida china y os pondré fotitos del panorama oriental.


Besos (chinos)


P.D: he descubierto que con la tarjeta de puntos de Turkish Airlines también sumo puntos para Brussels Airlines, así que Dani querido, de aquí a unos meses puedo ir de gorra a verte!

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