domingo, 27 de noviembre de 2011

La Bibi y la Loles en estado puro. La Gran Depresión.

    Me encanta hablar de mí a través de las cosas sobre que escribo en mi blog, es cierto. El otro día me pedían que hiciera un diario real, no solo de viajes, y eso me encanta. La popularidad siempre es atractiva y hacer un blog que ya acumula casi 21.000 visitas pues la verdad denota cierta ansia de ella. No me importa en absoluto. Al contrario.
    En mis sueños de ser 'alguien' siempre me hago famoso por escribir un best seller, ganar el Premio Planeta e ir a debates televisivos dónde comparto plató con personajes que idolatro. Una de ellas, siempre es Bibiana Fernández. Resulta curioso que sin ser para nada de mi generación y sin haber nacido yo en una casa dónde se vieran películas a excepción de las de dibujos animados, mi adolescencia precoz siempre estuvo destinada a entregarme al universo Almodóvar.

    Mi ansia de vivir todo aquello me hizo amar por encima de todas las cosas a personajes como Bibiana Fernández, Rossy de Palma, Victoria Abril, Loles León, o, ya más tarde, a Penélope Cruz o a Candela Peña. Quiénes me conocen sabe que mi amor por ellas es exagerado y quizás un poco teatral, pero como siempre digo; una película, una escena o una intervención televisiva de cualquiera de ellas 'me da la vida'. Podría diferenciar mi amor por sus carreras de mi amor por sus personas, pero en mi caso es totalmente inseparable. Creo que el éxito de todas ellas y otras más que no voy a nombrar, ha sido infringir a cada personaje que han interpretado su propio carácter. Quizás en ésto Penélope sea la más hermética, pero es indiscutible que Bibi, Victoria o Loles son lo que son por cómo son. En cada personaje se reconoce una buena parte de ellas, o al menos de la que yo conozco de ellas, y eso me resulta fascinante. Son grandes carácteres, únicos e irrepetibles, que además, por lo que les ha tocado vivir estarán siempre anclados a una época dorada y oscura a la vez; a unos nombres imprescindibles y a un cine que cómo ya dije en un post, ha hecho que el Cine Español sea reconocido fuera cómo una gran marca.

    Cuando comenzó el proyecto de La Gran Depresión, reconozco que lo tomé como un regalo que Dunia & Ayaso (directores de la obra) me hacían a mí porque sabían que soy fans y antifans (sí, o me encantan o las detesto) de sus películas, de las que ya he hablado varias veces. Hasta ahí llega mi egoísmo con ellas. Bibiana Fernández y Loles León haciendo durante hora y media de dos cincuentonas solas, adictas, desequilibradas y suicidas; es lo que mejor se me ocurre para ellas. No sé si la pareja de directores de cine habían escrito el guión pensando en ellas, pero NO PODÍAN SER OTRAS. La química entre ambas es más que sabida, y verlas en acción en carne y hueso como solo una pequeña sala de teatro puede acercártelas, es lo más similar a tocar el cielo durante un rato.
    No puedo analizar la obra desde una óptica crítica, porque yo, que hablo de todo y entiendo de nada, soy de todo menos asiduo al teatro y mucho menos entendido. Sé que quizás no es una obra como tal, hay poco juego con los elementos escénicos y no se podrá tachar de gran Obra ni se llevará premios Max; pero que cumple como pocas la función de ENTRETENER, eso lo aseguro. Una hora y media de carcajadas, de amor, de desamor, de una Loles cómica a niveles de Lina Morgan y una Bibiana diva a los niveles que SÓLO ELLA PUEDE LLEGAR. El vestuario de Elena y Benarroch y Dolce & Gabbana encaja perfectamente en el espíritu Bibi y los elementos decorativos nos retrotraen a un pisito Almodóvar revisado y actualizado. Los diálogos son grandiosos, cómicos a rabiar y con grandes alusiones a lo que nos gusta de ellas, a los tremendos años 80:

'ay cómo fueron los 80, nos metimos de todo. Tanto nos metimos que nos cabía un barco ardiendo... y en horizontal'

    Por momentos vulgar, por momentos inteligentísima y siempre siempre adictiva de la forma que sólo Loles y Bibiana pueden engancharte. La Bibi y la Loles en estado puro, sin más.


    Y si encima a la salida uno tiene la oportunidad de esperarlas cinco minutitos, que se abra una puerta y aparezca ese ser prodigioso que es Bibiana, bolso al hombro con yorkshire dentro y toda la simpatía y el buen gusto que la caracterizan, que te llame 'tesoro' y que esté encantadísima de fotografiarse contigo, de charlar y de ser TAN GENEROSA, uno no puede hacer otra cosa que rendirse a sus pies. Si me hubiera pedido que me fuera con ella ahí mismo, no vuelvo a casa ni para hacer las maletas. Loles, grandiosa también, aunque con el coño con menos ganas de farolillos; también me explicó amablemente por qué se canceló la gira en Marzo, que era cuando tenían previsto empezar en Málaga, y por qué ha merecido la pena la espera para venir a la tierra de Bibi. Han estado dos fines de semana (de jueves a domingo con doble sesión los sábados) y han colgado el cartel de no hay entradas en cada uno de ellos.
    No hay nada mejor que conocer a dos de tus ídolos y que en lugar de defraudar, SUPEREN CON CRECES la imagen que tenía de ellas.

    Dos amigas, dos señoras, dos estrellas, dos divas,
dos ARTISTAS.





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