miércoles, 29 de febrero de 2012

The Carrie Diaries (Sexo 'teenager' en Nueva York).


    Para mitómanos de Sex and the City, tengo raras noticias. Sabido era ya que la siguiente película de la saga sería la precuela e incluso se escucharon jugosos nombres para encarnar a la Carrie teenager; Blake Lively, Elizabeth Olsen o Miley Cirus (mi apoyo ya nada efectivo a la última...) sonaban como el vinagre para la mejor ensalada. Nuestro gozo en un pozo; ni vinagre, ni ensalada. La protagonista de The Carrie Diaries, nombre con el que se nos contarán las aventuras de una Carrie de instituto que a pocos interesa, será AnnaSophia Robb. La conoceréis (porque yo no) de películas como Charlie y la fábrica de chocolate o La montaña embrujada.

    Bajo ese inexitoso nombre, veremos a una chica de instituto, Carrie, con todos los clichés de futura triunfadora en New York: mona, provinciana, un tanto naíf y huérfana de madre a edad temprana. No, no es un remake de Bar Coyote (ojalá), simplemente se han vuelto locos y se han sumado al carro de las pre-cuelas, horrible 'género' cinematográfico que consiste en exprimir al máximo una saga de éxito volviendo a los inicios de la historia, que generalmente está por inventar y que altera el orden lógico de nuestras vidas. Tras tragarnos temporadas enteras de Sex... y ver dos películas de puretonas 'levantaenvidias' recorriendo el mundo, ahora pretenden que nos enganchemos a unas chicas de dieciocho totalmente desconocidas y sin interés alguno para una generación que hemos vivido marcados por las historias de cama de cuatro treintañeras. Y si el poco aliciente que tenía la cinta era fantasear con que alguna de las chicas terribles que copan la Cuore por sus vaginas siempre descubiertas o por sus etílicas noches fuera el alter ego de la Sarah Jessica pueril; ahora las expectativas bajan hasta el nivel del conocimiento popular sobre ésta chica, que es ninguno.

    Lo que no hay duda es que será una comedia de lo más estereotipada. El New York de los 80, una banda sonora que irá directa al top ten, cardados imposibles y estilismos pretenciosos a imitar en cualquier garito de maricas madrileñas; se aunarán en una 'novia de América' que todos sabemos cómo termina, a quién conoce e incluso dónde vivirá. Apuesto a que hay alguna escena en la que Carrie, carpeta en mano forrada con fotos de David Bowie, pasa delante de esa escalera de esa calle que tan grabada tenemos y dirigirá su mirada hacia la puerta pensando 'algún día quiero vivir aquí...', me juego el título de mi blog vaya.

    Me quedará la eterna duda de por qué no exprimir la se-cuela, ahora que tan de moda están las cuarentonas de éxito. Quizás sea por falta de ideas; por cómo hacer que Carrie y Big corten de nuevo y que la reconciliación sea creíble o por no encontrar programa informático capaz de retocar los desnudos de Samantha y que no empiecen a dar asquillo.
    Pero lo que es más seguro es que hayan preferido rodar pre-cuela por no arriesgarse a contar, por fin, una historia real en la que EL AMOR SE ACABE, la vejez pase factura o MIRANDA sea por fin la bollera que los guionistas nos deben.

¡¡ Larga vida a la Bradshaw adulta !!


Jesús Galeote