Lo que sí ha hecho el ser bloguero es que gane confianza en mis anteriores inseguridades y que me reafirme aún más en cosas que ya daba por sentadas. Me llamáis radical; alabáis ciertas entradas o ignoráis por completo muchas, recibo visitas desde países dónde jamás probablemente ponga un pie e incluso Google de vez en cuando me ingresa algún eurillo.
Aún no me da para vivir del blog, pero la satisfacción es tan ancha que ésta 300 me la dedico a mí y a los que cuándo freno me decís... 'oye Jesús, hace mucho que no actualizas Neutrex'.
Besos bisiestos (bisexuales según mi alter ego) a todos.